lunes, 25 de diciembre de 2017

El canto del cisne de la comunicación farmacéutica

(AZprensa) La industria farmacéutica siempre ha tenido fama (bien ganada, por cierto) de oscurantismo, mostrándose reacia a dar la cara a los medios de comunicación y a la sociedad. Hubo, sin embargo, unos años en que esto fue diferente, concretamente durante la primera década del presente siglo. En esos años, las grandes multinacionales farmacéuticas potenciaron sus departamentos de Comunicación y dejaron actuar a estos para que contasen a la sociedad lo que esta industria hace a favor de las personas. Pero, gracias a estos Comunicadores, aquello no fue solo una comunicación en un único sentido (empresa-sociedad) sino en ambos, ya que los Comunicadores se convirtieron en ese enlace necesario que atendió de forma rápida y profesional (tal como exige el periodismo) los requerimientos que hacían constantemente los medios; porque “comunicar” no es sólo decir, sino también interactuar y responder cuando se solicita información.

Quizás el mejor ejemplo fue el surgimiento en 2005 de la Asociación de Profesionales de la Industria Farmacéutica (ACOIF), cuya primera junta directiva estuvo formada por Juan Blanco (Bayer) como presidente; Carmen López Lavid (MSD) vicepresidenta 1ª; Julián Zabala (Farmaindustria) vicepresidente 2º; Vicente Fisac (AstraZéneca) tesorero; Esperanza Guisado (Pfizer) secretaria; y Fernando Mugarza (Novartis) y Pedro Cano (GSK) vocales.

El día de su presentación, Juan Blanco declaró: “Contar con una asociación como ACOIF puede ayudarnos a conseguir una serie de objetivos comunes, nos puede servir de herramienta para el desarrollo profesional de sus asociados, y además será beneficiosa para nuestro trabajo y nuestro sector. Por ello pedimos a todos los profesionales de la comunicación que desarrollan su trabajo en la industria farmacéutica que se unan a nuestro proyecto para poder hacer una asociación que sea un referente en el mundo de la comunicación empresarial, con prestigio e independencia, lo que sin duda redundará en beneficio de todos nosotros”.

Hoy día ACOIF sigue existiendo, aunque los laboratorios farmacéuticos han regresado a la caverna limitando el trabajo de los comunicadores y haciéndoselo cada vez más difícil. Los laboratorios parecen estar más preocupados en no salir en los medios que en mantener una política de puertas abiertas, más centrados en mirarse a sí mismos y en su negocio que en las necesidades reales de la sociedad. Aquellos años y aquella asociación fueron como el canto del cisne en la comunicación farmacéutica. Descanse en paz.

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