miércoles, 6 de diciembre de 2017

La gripe hay que tomarla en serio

(AZprensa) La gripe es la epidemia estacional invernal anual que más pacientes lleva a las consultas de los médicos de familia, puesto que del 5 al 20% de la población puede enfermar en una epidemia invernal normal, sin embargo, en casos de pandemia —algo que sucede cada 20 o 30 años, cuando se produce un cambio genético mayor en el virus—, la gripe puede afectar hasta al 50% de la población. 

Aunque la gripe es una enfermedad común, la semFYC (la federación de las 17 Sociedades de Medicina de Familia y Comunitaria que existen en España y que agrupa a más de 19.500 médicos de familia) apoya la indicación de la vacuna antigripal entre las personas mayores de 60 años; personas de cualquier edad que presenten una condición clínica con alto riesgo de complicaciones como son los pacientes crónicos y las mujeres gestantes; y entre aquellas que pueden transmitir la gripe a individuos con alto riesgo (sanitarios, cuidadores o a los trabajadores en servicios públicos esenciales), pues “son estos colectivos sobre los que hay un mayor riesgo de complicaciones o los que pueden contagiarla a colectivos más sensibles”, como explica Josep María Cots, coordinador del Grupo de Infecciosas de la semFYC. 

La semFYC reitera que “la medida más eficaz para prevenir la gripe es la vacunación”, y esta debe hacerse cada año ya que “el virus tiende a cambiar continuamente, y así evita la inmunidad adquirida por el huésped; por ello la gripe es una enfermedad no erradicable y hay que fabricar una vacuna distinta anualmente”.

Los especialistas muestran también su preocupación por el auge de “las dudas sobre la conveniencia de las vacunas o sobre su efecto beneficioso en la salud de la población” que aparecen favorecidas por “las falsas creencias que son aprovechadas sin ninguna base científica por los movimientos antivacunas”. En este sentido, “la recomendación de los profesionales sanitarios es clave para que las vacunas sean aceptadas por la población: es necesario reforzar la formación sobre vacunas a los profesionales para implementar las recomendaciones”.

Con cinco gestos bien sencillos se pueden evitar muchos de los contagios:
1.- Lavarse las manos con frecuencia con jabón o soluciones desinfectantes.
2.- Taparse la boca y nariz al toser o estornudar con un pañuelo.
3.- Evitar el contacto directo con un enfermo, y compartir sus utensilios.
4.- Ventilar las estancias, y limpiar con más frecuencia las superficies de objetos en donde hayan podido quedar secreciones contaminadas (pomos de puertas, barandillas, etc.)
5.- Mantener una alimentación variada y realizar ejercicio físico frecuente o diario, por su relación con un mejor estado de salud e inmunidad.

La gripe está producida por un virus del tipo ARN. Se transmite vía aérea por los aerosoles o gotitas que se expulsan al hablar, toser o estornudar, o por contacto con las mucosas en superficies contaminadas, al compartir utensilios de comida por ejemplo. Puede contagiar desde 1 día antes hasta más de 1 semana tras el inicio de los síntomas, siendo el periodo de incubación de 1 a 4 días.

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