domingo, 10 de diciembre de 2017

Lluvia en Marte

(AZprensa. Fotos misteriosas) Esta no es una noticia nueva, pero sí de aquellas que pasan desapercibidas porque resultan molestas a las Autoridades ya que contradicen el “saber oficial”. En el año 2009 la sonda norteamericana Phoenix se posó en la superficie de Marte y envió numerosas fotografías. En algunas de aquellas fotografías (que en su día se hicieron públicas pero hoy ya no es posible encontrarlas en los archivos públicos de la NASA) se pueden apreciar unas gotas de lluvia o rocío sobre las patas de esta nave, prueba evidente de que en Marte hay agua (esto ya lo han reconocido) pero también llueve (eso se niegan todavía a reconocerlo). Prueba indirecta de que allí llueve la dan las actuales fotos del rover Curiosity que, tras años y años recorriendo el desierto marciano mantiene sus paneles solares e intricados revoltijos de cabes limpios e inmaculados, sin apenas motas de polvo (dejad vuestro coche un par de días aparcado en el campo y ya me diréis si aparece tan limpio como el Curiosity o por el contrario aparece lleno de polvo).

Pero volviendo a esta historia, la explicación que han dado a estas fotos es que al aterrizar, la nave puso al descubierto el hielo (agua con abundancia de perclorato cálcico y otras sales) el cual se derritió con el calor desprendido por la nave y salpicó las patas formando esas gotitas. Hay que señalar que la salmuera tiene un punto de congelación mucho más bajo que al agua pura y por consiguiente, aun cuando la temperatura allí fuese bajo cero no es descabellado pensar que dicho hielo de salmuera se hubiera derretido.

Sea como fuere, aquí dejamos (arriba) la foto de las patas del Phoenix con gotas de lluvia, y un detalle (abajo) de los intrincados mecanismos del Curiosity que sobreviven limpísimos de polvo tras varios años rodando por el desierto marciano.

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