sábado, 30 de diciembre de 2017

El control de las malas hierbas está en manos de las bacterias del suelo

(AZprensa) Un estudio realizado en la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC, publicado en la revista “Scientific Reports”, ha demostrado que las bacterias del suelo cambian cuando dos especies de plantas interactúan, lo que afecta al rendimiento de una de las especies, que puede incluso llegar a desaparecer de la zona. Estos resultados muestran claramente la importancia de los microbios en la composición y funcionamiento de los ecosistemas.

En concreto, para este estudio se sembraron dos especies de arbustos comunes en las zonas costeras de Almería: el arto y el cambrón. Las comunidades bacterianas del suelo son distintas para cada especie de arbusto, pero cuando ambas especies crecen juntas, las bacterias cambian y desaparecen muchas de las asociadas al arto y predominan las del cambrón.

De esta forma se ha puesto de relieve el papel de los microbios del suelo en la regulación de la dinámica de los ecosistemas, demostrando la importancia que tienen las comunidades bacterianas y la necesidad de estudiar los organismos, no como entidades aisladas, sino como componentes de una red con múltiples niveles.

“Gracias a esta investigación se podrían realizar estudios futuros en los que fuera posible manipular comunidades de bacterias para favorecer o perjudicar una determinada especie como las malas hierbas o las plantas parásitas”, ha declarado el investigador del CSIC Francisco Puignaire, añadiendo que aunque la competencia entre las plantas es un proceso local, al alterar la composición y la dinámica de los microorganismos del suelo, sus efectos generan cambios en la comunidad vegetal.

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