(AZprensa) A pesar de
los avances tecnológicos del mundo actual, las enfermedades transmisibles
siguen siendo objeto de preocupación por parte de los Servicios de Salud
Pública a nivel mundial. Además, los nuevos modelos sociales y la globalización
debida a los viajes que hacen que no existan fronteras, aumentan la posibilidad
de entrar en contacto con nuevos agentes biológicos. Por este motivo, debemos
reforzar nuestras defensas mediante el conocimiento y la utilización de
productos biológicos, los más importantes, las vacunas.
Las vacunas suponen un
ahorro económico importante para el sistema sanitario, tanto de costes directos como
indirectos. Se calcula que por cada euro invertido en vacunas se ahorran cuatro
de costes sanitarios evitados. Además los ensayos clínicos que han permitido la
autorización de las vacunas han demostrado su eficacia y su utilización.
Gracias a la alta cobertura en niños han demostrado su efectividad. Y por supuesto,
son una medida coste-eficiente por su impacto en la carga de la enfermedad.
Las vacunas, en definitiva, salvan
millones de vidas cada año y en todo el mundo se las reconoce ampliamente como una de
las intervenciones de salud más costo-eficaces y que genera mejores resultados.
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