(AZprensa) En este
caso, las enfermedades infecciosas volverían a aparecer, aumentarían su
incidencia. La única enfermedad contra la que no necesitamos vacunarnos porque
se erradicó por completo es la viruela. El resto siguen activas en cualquier
lugar del mundo y si no nos vacunamos, la enfermedad viajará y volverá,
pudiendo aparecer, de nuevo, epidemias como existían antes.
Si las personas no
estuvieran vacunadas, algunas enfermedades que se han vuelto poco comunes,
tales como la poliomielitis y el sarampión, reaparecerían. Y, al ser enfermedades
infecciosas, se propagarían rápidamente.
Un claro ejemplo de
esto lo encontramos en la historia del Dr. Gaspar Fisac Orovio y su relación el
Dr. Ferrán, poniendo en evidencia cómo las vacunas salvaron cientos de miles de
vidas en España a principios del siglo XX, tal como se recoge en el libro “Una
lágrima es un beso”: http://www.bubok.es/libros/244091/Una-lagrima-es-un-beso
No hay comentarios:
Publicar un comentario