(AZprensa)
Parece un contrasentido pero todas las Comunidades Autónomas españolas han
mostrado su interés por incluir en sus bases de datos electrónicas todos los
medicamentos y productos de autocuidado de la salud que se habían sacado de la
financiación de la Sanidad pública y por consiguiente no podían expedirse
recetas electrónicas de los mismos. Esto no quiere decir que la Sanidad pública
vaya a sufragar todo o parte del coste de los mismos (será el paciente el que
pague el 100% del coste de dichos productos) sino que ahora el médico podrá
extender esas recetas con facilidad.
Los
médicos han visto cómo poco a poco han ido perdiendo poder por las limitaciones
económicas a que recetaran todo lo que consideraran conveniente para cada
paciente, cómo el listado de productos que podían recetar iba disminuyendo cada
vez más, cómo los farmacéuticos y ahora también los profesionales de enfermería
pueden “indicar” al paciente que tome un medicamento u otro. Y todo esto,
lógicamente, ha hecho mella en el sector.
Mucho
ha tenido que ver en este cambio la Asociación Española para el Autocuidado de
la Salud (Anefp) y no es de extrañar, pues, que muestre su satisfacción por
esta anunciada medida que ya han puesto en marcha seis comunidades (Castilla y
León, Galicia, Extremadura, Cataluña, Canarias y Comunidad Valenciana) y
próximamente lo harán las demás.
En
cifras esto significa que los productos para el autocuidado de la salud esperan
cerrar el año con unos 6.200 millones de facturación y llegar a los 7.000
millones en el año 2020. Ganar, de golpe, el potencial de miles de médicos
recetando sus productos, se traducirá en un importante crecimiento en ventas y
los médicos volverán a ser “pieza” codiciada de los representantes de los
laboratorios que multiplicarán sus agasajos para conseguir unas ventas que –al
no ser sufragadas con dinero público sino con el dinero del bolsillo de cada
ciudadano- no preocuparán lo más mínimo a las Autoridades sanitarias.
La
Anefp (que cuenta con 92 empresas asociadas) ha declarado también que trabajará
–en colaboración con el Ministerio de Sanidad- en la regulación de la
publicidad de estos medicamentos y productos sanitarios en medios digitales (el
futuro de la publicidad está en estos medios), algo muy necesario ya que la
legislación actual es de los años 90 por lo que evidentemente ha quedado
completamente obsoleta.
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