viernes, 26 de enero de 2018

Agricultura responsable

(AZprensa) Nunca, en la larga historia de nuestro viejo planeta, el medio ambiente ha dependido tanto del hombre como en la actualidad. La tecnología moderna ha permitido el acceso de millones de personas a una mejor calidad de vida. Sin embargo, un mal uso de los avances técnicos puede afectar negativamente a la naturaleza.

Hoy en día, la sociedad exige un mayor respeto al medio ambiente a la hora de aplicar los avances tecnológicos, ya que es más consciente de la importancia que ello tiene para la salud humana y para el futuro del planeta.

En la tecnología agrícola moderna, los productos químicos juegan un papel esencial. Los productos fitosanitarios protegen los cultivos del ataque de insectos, malas hierbas y enfermedades. Se estima que el uso combinado de abonos y productos fitosanitarios permite aumentar el volumen de las cosechas en un 40 por ciento.

Con objeto de que estos productos no entrañen riesgo para la salud y el medio ambiente, las empresas fabricantes llevan a cabo extensos estudios antes de la comercialización de los mismos. Cada que se introduce en el mercado va precedido de estudios de investigación que pueden durar entre cinco y diez años, con un coste de varios miles de millones de euros. Una tercera parte de este coste se destina a investigación sobre toxicología y medio ambiente. Sólo cuando los resultados de estos estudios satisfacen completamente todos los requisitos exigidos por los ministerios de Sanidad y Agricultura, es autorizada la comercialización del nuevo producto.

Pero eso sí, una vez que el producto se encuentra en el mercado, es necesario que el mismo se use siguiendo unas buenas prácticas de aplicación, evitándose así posibles efectos adversos sobre el ser humano y sobre el medio ambiente. 

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