(AZprensa) El nuevo año no sólo trae subidas de
precios (luz, gas, etc.) y congelación de salarios o subidas irrisorias de los
mismos, sino que –para compensar- el Gobierno también nos obsequia con una
bajada de precios. ¿Cuál? Pues no podía ser otra que la del precio de algunos
medicamentos, ya que si hay alguien que no protesta cuando le bajan los precios
es la industria farmacéutica. En efecto, los laboratorios farmacéuticos se callan y se resignan cuando cada año les recortan precios y beneficios, cuando cada año les ponen más trabas a la hora de realizar su trabajo (de
investigación y comercial), cuando cada año los señalan como los malos de la
película y les hacen pagar los platos rotos.
Pues eso, el Gobierno ha bajado el precio de los
siguientes principios activos de los que existen innumerables medicamentos
genéricos ampliamente utilizados:
Salbutamol (antiasmático), Azitromicina (antibiótico),
Insulina glargina (diabetes), Condroitinsulfato (artrosis), Olmesartan
medoxomilo (antihipertensivo), Levonorgestrel/etinilestradiol (anticonceptivo),
Latanoprost (glaucoma), Candesartan/hidroclorotiazida (antihipertensivo),
Metotrexato (inmunosupresor) y Mirtazapina (antidepresivo).
Por consiguiente este año ya cuestan menos estos
medicamentos. ¿Y qué pasa con las existencias de precio antiguo que había en las
farmacias? Pues el Gobierno mira para otro lado y les dice a los farmacéuticos que
se “jodan”, bueno no con esa palabra malsonante, sino de una forma más educada
pero exactamente igual: “con la entrada en vigor de los nuevos precios, las
farmacias dispensarán los medicamentos a precio rebajado y asumirán la
diferencia de las existencias que aún tengan en stock". ¡Toma ya!
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