martes, 11 de marzo de 2014

La salud puede ser una enfermedad

¿Puede la salud ser una enfermedad? La respuesta es “sí” cuando la obsesión por comer sólo alimentos saludables, sin ningún tipo de aditivo o procesamiento que los adulteren se convierte en enfermiza, y esa enfermedad tiene un nombre: ortorexia.

Según la doctora Rosa Calvo, responsable de la Unidad de Trastornos de la Alimentación del Hospital Universitario La Paz (Madrid), en declaraciones a Europa Press, el trastorno es de difícil diagnóstico ya que las personas que lo padecen consideran que están actuando de la forma correcta y que los demás están equivocados.
  
Estas personas intentan a toda costa consumir alimentos que, en el caso de los vegetales o frutas, han sido producidos de forma ecológica, evitando pesticidas o abonos químicos, o bien productos cárnicos de animales criados de determinada forma ya sea a través de alimentación, condiciones de vida o ausencia de antibióticos para controlar sus enfermedades.
  
En lo referente a la comida precocinada buscan que en su preparación no existan conservantes ni aditivos o no se hayan empleado, por ejemplo, aceites tropicales o que no superen determinados porcentajes de grasa. Lo común es que si tienen que consumir algo fuera de sus casas lo lleven consigo.

La calidad de vida de las personas que padecen este trastorno de la alimentación se va deteriorando ya que todo su esfuerzo se dirige a llevar una dieta que consideran sana, dejando de lado otras esferas de su vida como las relaciones sociales o incluso su vida laboral. Se llega así a situaciones de aislamiento, ya que normalmente no van a comer con nadie y así se evitan las comidas en restaurantes o bares e incluso en el ámbito familiar pues no cumplen con las cualidades exigidas.

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