Son muchos los
mitos y estereotipos sobre el envejecimiento y las personas mayores que
“inciden negativamente en las mismas y en la percepción que tienen sobre el
propio proceso de envejecimiento. Al tenerlos asumidos e interiorizados, al
infravolarar sus capacidades físicas, mentales y relacionales, se produce una
especie de ‘profecía autocumplida’ por falta de motivación y desarrollo de
actitudes y hábitos de vida consecuentes de ese sentimiento de indefensión por
la creencia de un declinar inexorable”, tal como expone la psicóloga Ana
Camarón, directora del centro especializado en la atención a mayores Zuentzat.
Estos son
algunos de esos mitos:
Envejecimiento
cronológico: se valora a
la persona por su número de años, cuando la realidad es que existe una gran
heterogeneidad en este grupo de edad.
Improductividad: creer que la persona mayor es incapaz de
ser productiva, cuando la realidad nos muestra personas mayores con gran
capacidad de trabajo, creatividad y actividad.
Inflexibilidad: creer que las personas mayores son
incapaces de cambiar y adaptarse a situaciones nuevas cuando, en realidad,
nuestra capacidad de adaptación depende más de nuestra personalidad y de las
experiencias vitales que nos haya tocado vivir.
Falta de
compromiso o desinterés por la vida:
cuando en realidad los intereses y motivaciones vitales dependen de cada
persona y no de su edad.
Senilidad: creer que las personas mayores pierden
las capacidades mentales paulatinamente por el hecho de ser mayores, cuando se
pueden compensar déficits normales con entrenamiento y se puede seguir
aprendiendo.
Envejecimiento
es igual a enfermedad:
cuando la realidad es que la mayoría de las personas mayores viven de forma
independiente y autónoma.
De “El
periódico de la farmacia”, nº 147. Marzo 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario