Hoy 24 de marzo se celebra el “Día
mundial de la tuberculosis”, una enfermedad de la que en el año 2012 se
notificaron en España 6.046 casos, lo que supone una incidencia de 13,1 casos
por cada 100.000 habitantes y representa una disminución del 11% respecto al
año anterior. El descenso más acusado se dio
en la tuberculosis pulmonar y aunque también se observa una mejora en
los indicadores relativos a la tuberculosis infantil, los expertos aconsejan
ser cautos en este aspecto. Por otro lado, se registró un ligero aumento en la
tasa de meningitis tuberculosa.
GEIM, grupo de estudio de las infecciones
por micobacterias de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y
Microbiología Clínica (SEIMC) ha traído de nuevo a la actualidad los últimos
datos la OMS y el ECDC (European Centre for Disease Control), recordando que,
aunque esta enfermedad continúa descendiendo en España, sigue siendo una de las
infecciones más mortíferas del mundo.
La tuberculosis es una infección
bacteriana que se transmite por vía respiratoria, en un 70-80% de casos
aproximadamente anida a nivel pulmonar, pero puede causar lesiones en cualquier
órgano del cuerpo. Los síntomas más frecuentes son la tos, la expectoración
(que puede ser con sangre), la fiebre, el cansancio y la pérdida de peso. En
palabras del Dr. Jaime Esteban, presidente de GEIM, “la tuberculosis es una
enfermedad que dista de estar erradicada, tanto en el mundo como en nuestro
país, por lo que es importante mantener un alto índice de sospecha en todas las
personas que, por historia personal y/o factores ambientales o sociales, se
hallen en una situación de riesgo elevado”.
La causa de la tuberculosis es la
progresión de la infección ocasionada por la transmisión del Mycobacterium
tuberculosis. Tras la exposición a ésta, presentan más riesgo de
desarrollar tuberculosis activa (o de reactivarla en el futuro), los niños,
personas de tercera edad y los inmunodeprimidos por cualquier causa,
especialmente los infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
La medida fundamental de control de la enfermedad es el diagnóstico precoz y el
tratamiento adecuado.
Dos de los principales problemas que presenta su
tratamiento son el desarrollo de multirresistencias y la coinfección por VIH.
Esto implica la combinación de por lo menos 3 fármacos en un periodo no
inferior a 6 meses y según recuerda el Dr. Esteban, “el uso inapropiado o
incorrecto de los fármacos antituberculosos es la principal causa de multirresistencia”.
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