(AZprensa) Si nos ponemos a
pensar ¿qué podemos comprar con 80 céntimos? Ciertamente tendremos que pensar
mucho para acabar diciendo que quizás unos pocos chuces (sólo unos pocos)... o
un envase de paracetamol. Porque resulta paradójico comprobar cómo los
medicamentos que tantos millones de euros de inversiones y años de
investigación han costado obtener se acaban vendiendo por unos céntimos o poco
más de uno o dos euros. Incluso no resulta difícil pensar que quizás el envase
de cartón, el blister, la mano de obra, etc. cuestan más que el propio
medicamento que contienen esos envases.
Tal como ha
explicado en “Farma Forum” Concha Almarza (en la imagen), directora de IMS Health, la
tendencia del mercado sigue siendo de descenso o como mucho de estabilización
en cero por ciento a varios años vista. De esta forma, con un aumento de la
presión financiera y una incertidumbre constante sobre la cambiante
legislación, el panorama no es muy alentador. De hecho, tal como destacó
Almarza, lo más importante para gestionar un negocio es “poder prever las cosas
y tener un entorno estable”, una situación que dista mucho de ser realidad en
nuestro país.
Realmente, las
únicas cosas que pueden mitigar este negro panorama es el cambio demográfico
con cada vez más personas mayores, con enfermedades crónicas y un mayor gasto
sanitario. Eso en un extremo, y en el otro, la tendencia –ya constatada- de
muchas personas que por no perder el tiempo en ir al Centro de Salud a por una
receta que le va a suponer un ahorro de uno o dos euros, prefiere ir
directamente a la farmacia a comprarla. Situaciones ambas que benefician a las
oficinas de farmacia y a los laboratorios farmacéuticos.
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