lunes, 13 de marzo de 2023

El invitado agradecido

(AZprensa) Algunos médicos, como el cardiólogo Juan Ramón González Juanatey, tienen el suficiente prestigio y personalidad, como para saber mostrarse agradecidos cuando la ocasión lo requiere. Concretamente con este doctor fui testigo presencial de varios de estos hechos. Cuando se le invitaba para dar una conferencia a otros colegas (en una reunión organizada y pagada por mi laboratorio) él no tenía inconveniente en dar las gracias públicamente al laboratorio que había hecho posible ese encuentro. E incluso, si la ocasión lo requería, citaba las bondades de alguno de nuestros antihipertensivos (¿por qué no iba a citarlas si efectivamente eran de los mejores?).
 
Pues esto que parece normal, no lo es tanto. Hay muchos médicos que, aun recibiendo dinero del laboratorio por dar una conferencia, aun sabiendo que esa reunión en la cual van a engordar su ego ante los colegas, está pagada por el laboratorio, no dan las gracias ni citan al laboratorio; es más, se creen que el laboratorio tiene la obligación de encumbrarles a cambio de nada. Y por supuesto, no citan ninguno de los productos del laboratorio. Porque una cosa es hacer elogios exagerados y otra muy distinta la educación.
 

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