Ahora ya está prohibido matar vascos en Islandia

(AZprensa) ¿Sabías que hasta hace tan sólo 18 años era legal matar a cualquier vasco que pusiese un pie en Islandia? Así lo recogía una ley que estaba en vigor desde 1.615 y no se derogó hasta el 22 de abril del año 2005. Es decir, que si tú eras vasco y viajabas a Islandia de vacaciones hace diez años, por ejemplo, cualquier islandés podía matarte y estaría amparado por la Ley. Pero… ¿de qué va esta historia?
 
En septiembre de 1615 un comisario de la zona oeste de la isla, Ari Magnusson, ordenó matar a 32 marineros vascos que se dedicaban a cazar ballenas en aquellas aguas y que, a causa de una tormenta y el consiguiente naufragio de su barco, se vieron obligados a tomar tierra en el país extranjero.

 
Aunque las relaciones entre vascos e islandeses eran amistosas en aquella época y existía un intercambio comercial entre unos y otros, pero se conoce que una cosa era tener unos extranjeros de visita unos días y otra muy distinta tenerlos que aguantar como residentes; el caso es que la convivencia no debió ser muy buena. Para resolver el conflicto –dotándolo eso sí de legalidad- promulgaron una ley que permitía matar a cualquier vasco que pusiera un pie en Islandia. Este acontecimiento quedó registrado en las crónicas como “El asesinato de los españoles” y no volvió a repetirse aun cuando la ley promulgada a tal efecto quedó ahí, vigente, hasta ahora. Es decir, nunca más se volvió a matar a ningún vasco, pero la Ley que lo permitía seguía estando vigente.
 
Para reparar estas atrocidades que nos guarda la historia, la Asociación de Amistad Islandia País Vasco, el Instituto Vasco Etxepare, y la Cátedra Barandiaran Chair for Basque Studies de la Universidad de Santa Bárbara junto con el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada (Estados Unidos), organizaron un congreso en la Biblioteca Nacional de Reykjavik para poner un punto final de paz en este asunto y derogar oficialmente dicha ley, con el entrañable abrazo entre uno de los descendientes vascos de aquella matanza y uno de los descendientes de los autores islandeses de la misma.
 
En la imagen superior, placa conmemorativa de este acontecimiento colocada a la entrada del Museo de la Brujería de Holmavik.
 

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