(AZprensa) Un profesor de Universidad, con 25 años de
experiencia docente, ha hecho pública una carta que ha circulado por redes
sociales, en donde hace un análisis de cómo está la educación universitaria
actual. Aquí tienes unos extractos del ayer y hoy
AYER
“Llevo impartiendo clases en la universidad cerca de 25 años…
…Tenía matriculados 524 alumnos en cada grupo. Era imposible distinguir las caras de los que se sentaban atrás…
…Recibir todas las consultas, curiosidades, dudas… era tan agotador como satisfactorio. Las constantes preguntas de los estudiantes en clase me obligaban a llevar la materia muy preparada. Yo ya tenía 25 años y no recuerdo estudiar más que entonces…
…Exámenes que duraban horas. Era imposible corregir todo aquello en menos de diez días…
…Por mis clases han pasado directivos de grandes empresas que tenían más o menos mi edad cuando les di clase y otros que, en sus generaciones respectivas, han ido ganándose un puesto en la sociedad gracias a su formación y a su esfuerzo.
…Todo lo anterior es tan sólo un eco del pasado”.
HOY
“Hoy los grupos hoy son de unos 50 alumnos, de los cuales raramente viene a clase más de un 30%. Los que vienen, lo hacen en su mayoría con un portátil y/o un teléfono móvil que utilizan sin ningún resquemor durante las horas de clase. Las caras de los alumnos se esconden tras las pantallas. De hecho, me sé mejor las marcas de sus dispositivos que sus rasgos faciales. Es raro que alguien pregunte, por mucho que se les incite a hacerlo. Quince minutos antes de que acabe la clase ya están recogiendo sus cosas, deseosos de salir…
…He separado a gente para que no hablen entre ellos, he expulsado alumnos del aula y me he llegado a marchar de clase ante el más absoluto desinterés…
…Siguiendo las cambiantes normativas universitarias (siempre peores que las anteriores), los profesores hemos tomado las siguientes medidas:
-El nivel de la asignatura ha bajado. Impartimos menos temas de manera mucho más superficial.
- Hacemos parciales tal y como establece la evaluación continua para tratar de aprobar a un mayor número de alumnos, pues un número de suspensos superior, a lo que la universidad establece como límite, conlleva una sanción que influye en el presupuesto del departamento.
- El nivel de los trabajos y presentaciones de los alumnos no pasaría, en su mayoría, los estándares del teatrillo de Navidad de primaria. Pero eso, para nosotros es más que suficiente para poner un 5.
…De este modo, cumplimos el contrato-programa, el departamento es feliz, la universidad es feliz, nuestros alumnos aprueban, creen que saben algo y son felices y nosotros languidecemos ante la triste realidad”.
“Llevo impartiendo clases en la universidad cerca de 25 años…
…Tenía matriculados 524 alumnos en cada grupo. Era imposible distinguir las caras de los que se sentaban atrás…
…Recibir todas las consultas, curiosidades, dudas… era tan agotador como satisfactorio. Las constantes preguntas de los estudiantes en clase me obligaban a llevar la materia muy preparada. Yo ya tenía 25 años y no recuerdo estudiar más que entonces…
…Exámenes que duraban horas. Era imposible corregir todo aquello en menos de diez días…
…Por mis clases han pasado directivos de grandes empresas que tenían más o menos mi edad cuando les di clase y otros que, en sus generaciones respectivas, han ido ganándose un puesto en la sociedad gracias a su formación y a su esfuerzo.
…Todo lo anterior es tan sólo un eco del pasado”.
“Hoy los grupos hoy son de unos 50 alumnos, de los cuales raramente viene a clase más de un 30%. Los que vienen, lo hacen en su mayoría con un portátil y/o un teléfono móvil que utilizan sin ningún resquemor durante las horas de clase. Las caras de los alumnos se esconden tras las pantallas. De hecho, me sé mejor las marcas de sus dispositivos que sus rasgos faciales. Es raro que alguien pregunte, por mucho que se les incite a hacerlo. Quince minutos antes de que acabe la clase ya están recogiendo sus cosas, deseosos de salir…
…He separado a gente para que no hablen entre ellos, he expulsado alumnos del aula y me he llegado a marchar de clase ante el más absoluto desinterés…
…Siguiendo las cambiantes normativas universitarias (siempre peores que las anteriores), los profesores hemos tomado las siguientes medidas:
-El nivel de la asignatura ha bajado. Impartimos menos temas de manera mucho más superficial.
- Hacemos parciales tal y como establece la evaluación continua para tratar de aprobar a un mayor número de alumnos, pues un número de suspensos superior, a lo que la universidad establece como límite, conlleva una sanción que influye en el presupuesto del departamento.
- El nivel de los trabajos y presentaciones de los alumnos no pasaría, en su mayoría, los estándares del teatrillo de Navidad de primaria. Pero eso, para nosotros es más que suficiente para poner un 5.
…De este modo, cumplimos el contrato-programa, el departamento es feliz, la universidad es feliz, nuestros alumnos aprueban, creen que saben algo y son felices y nosotros languidecemos ante la triste realidad”.
Fuente.- Extracto de la carta pública de Daniel Arias
Aranda, catedrático del departamento de Organización de Empresas de la
Universidad de Granada (UGR), tras 25 años impartiendo clases.
Información relacionada:
2.- Realidades que no te van a gustar:
https://azpressnews.blogspot.com/2023/01/realidades-que-no-te-van-gustar-2.html
3.- Juventud anestesiada por las redes sociales:
https://azpressnews.blogspot.com/2023/01/juventud-anestesiada-por-las-redes.html
4.- Hay soluciones para la Universidad, pero no las quieren aplicar: https://azpressnews.blogspot.com/2023/01/hay-soluciones-para-la-universidad-pero.html
2.- Realidades que no te van a gustar:
https://azpressnews.blogspot.com/2023/01/realidades-que-no-te-van-gustar-2.html
3.- Juventud anestesiada por las redes sociales:
https://azpressnews.blogspot.com/2023/01/juventud-anestesiada-por-las-redes.html
4.- Hay soluciones para la Universidad, pero no las quieren aplicar: https://azpressnews.blogspot.com/2023/01/hay-soluciones-para-la-universidad-pero.html
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