lunes, 23 de enero de 2023

Del modesto Jefe de Personal al superpagado Director de RRHH

(AZprensa) Hace varias décadas todas las empresas tenían un Jefe de Personal, que se ocupaba de todo lo relativo a los contratos de trabajo, salarios, seguros, etc. y dependía del Director Financiero. No existía entonces ni se sabía qué era, eso de los “Recursos Humanos” (RRHH), pero los empleados de las empresas recibían un trato humano (aunque fuese en plan paternalista) y cada trabajador tenía asegurado su puesto de trabajo siempre que cumpliese sus obligaciones; era muy raro que se despidiese a alguien y cuando se hacía era por motivos muy graves en su comportamiento o desempeño.
 
Pero esto, poco a poco fue cambiando. Hizo su aparición una nueva figura que se llamó “Director de Recursos Humanos” y entonces los Jefes de Personal pasaron a ser empleados de este nuevo Director; pero ¿qué hacían los Directores de RRHH? Como todo el trabajo que hemos mencionado antes lo seguía haciendo el Jefe de Personal, tenían que inventarse otras ocupaciones para justificar su sueldo y su más alto salario.
 
De esta forma, se pasó de unos departamentos en donde había de 2 a 4 personas (el Jefe de Personal, su secretaria y algún contable) a unos departamentos con más de 8 o 10 personas (los anteriores, el nuevo Director y tres o cuatro puestos más de confianza para hacer… para hacer ¿qué?).
 
Veamos:
1.- Selección de personal (algo que ya hacían antes los responsables de cada Departamento cuando tenían que reclutar a alguien que entrase a trabajar para ellos, algo totalmente lógico y razonable)
2.- Cursos de formación sobre motivación, trabajo en equipo, organización del trabajo, hablar en público, conducción segura, ahorro energético, conciliación vida laboral y personal… y todo lo que la más prolífica imaginación pueda imaginar. Y para llevarlos a cabo, tienen que contratar esos cursos a empresas externas, es decir, ni siquiera los imparten los miembros de ese departamento ni su Director, que sólo está para “dirigir”. (Antes, cuando alguna formación de ese tipo era necesaria, jefe y empleado se ponían de acuerdo y el empleado asistía al curso correspondiente impartido por una empresa externa, lo cual salía –a todas luces- mucho más barato).
 
La palabrería y la “venta de humo” reinan por doquier en los Departamentos de RRHH. No quiero decir que todos ni todo sea inútil, pero sí que este área se ha sobredimensionado de forma exagerada.
 
A nivel salarial, por ejemplo, los Directores de RRHH están muy bien pagados, tal como refleja la primera “Encuesta salarial sobre remuneración de perfiles de Dirección de Recursos Humanos”, realizada por la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos a la compañía… ah, no, que no la han hecho ellos, sino que se la han encargado a una empresa externa: EY – People Advisory Services.
 
Según dicha encuesta esto es lo que ganan los Directores de RRHH:
Retribución fija, una media de 46.000 euros/año que en las medianas empresas sube a los 60.000 euros y en las grandes a los 97.500 euros.
Retribución variable a corto plazo, algo común en casi todas las empresas.
Retribución variable a largo plazo, más común en las grandes empresas.
Beneficios sociales como coche de empresa de alta gama, parking, seguro de salud y de vida, e incluso gasolina, peajes y otros gastos. (En cambio, y curiosamente, sólo el 30% de las empresas les dan tickets restaurante, porque evidentemente no los necesitan ya que comen a la carta en los restaurantes que quieran y luego le pasan la cuenta a su secretaria para que la incluya en la nota de gastos).
 
En cuanto a la edad de estos nuevos Directores, su edad media es de 49 años, con unos 15 de antigüedad en cargos directivos y –a diferencia del resto de Directores que componen los Comités de Dirección- aquí sí que son mayoría las mujeres: 52%.
 
Con todo, lo peor es oírles cómo se ufanan diciendo que “en el nuevo paradigma empresarial, el área de recursos humanos se enfoca en la gestión de un capital fundamental para la compañía; el capital humano” y sin embargo la realidad muestra cómo hoy en día los empleados son considerados “números”, se les exprime al máximo y cuando las cifras no cuadran (generalmente por la incompetencia de los directivos) se les despide sin más.
 


El valor de las personas que hicieron grande a un laboratorio (o cuando las personas eran importantes, de verdad).
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanta verdad y qué pena!