El aborto y las lesiones deportivas

(AZprensa) La izquierda progre se ha removido cuando el Gobierno de Castilla y León ha anunciado que se pedirá a los médicos que –ante las peticiones de abortar- primero muestren a la madre una ecografía y los latidos que emite ese “tumor” que se quieren extirpar, para que así la madre tenga pleno conocimiento de cuál es su “enfermedad” y cómo, dónde y en qué estado se encuentra ese “tumor”.
 
Por mucho que quieran banalizarlo los de la izquierda progre, estamos hablando de una intervención médica que implica ciertos riesgos, tanto médicos como psicológicos, por lo que el paciente debe estar perfectamente informado.
 
En definitiva, el Gobierno de Castilla y León (PP+Vox) quiere que las mujeres que deseen abortar sean informadas perfectamente de todo lo relativo a su “enfermedad” y que sepan qué clase de “tumor” le van a extirpar. Es decir, que tomen libremente la decisión que quieran, pero con conocimiento de causa.
 
La izquierda progre, como se ve, prefiere que las mujeres sigan en la ignorancia y no tengan ningún conocimiento de lo que se va a hacer con su cuerpo, y esto les ha enfurecido, porque para ellos no hay más libertades que el derecho a abortar y la ignorancia, y con esta medida se les está ofreciendo información para que tengan conocimiento de causa y así puedan tomar una decisión libre y razonada.
 
Pero ¿qué tiene que ver esto con las lesiones deportivas? Esto me ha venido a la memoria porque esto mismo que ahora pone en marcha el Gobierno de Castilla y León es exactamente lo mismo que vienen haciendo desde siempre todos los médicos del deporte con los deportistas lesionados: Tras el diagnóstico se les informa de la lesión que tienen, les muestran radiografías y les explican dónde está la lesión y cómo puede curarse. Después, será el propio deportista quien elija libremente si prefiere someterse a una intervención quirúrgica (que tiene riesgos pero una recuperación más rápida) o si prefiere no pasar por quirófano y hacer un tratamiento de rehabilitación (que será más largo pero sin riesgos quirúrgicos).
 
Ya en el colmo de la insensatez, la izquierda progre ha llegado a pedir “que no se hagan campañas en favor de la vida” (¿!). Está visto que lo que más le gusta a la izquierda progre es la muerte (aborto y eutanasia para todos) y detestan la vida, la información y la libertad.
 

Una novela que nos muestra el choque de culturas cuando el famoso protagonista emprende una trepidante “campaña de anonimato”.
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