(AZprensa) En el año 1957 el laboratorio norteamericano Syntex sintetizó en sus laboratorios de Palo Alto (California) los corticoides halogenados en C6, entre ellos el acetato de cloroprednisolona, el acetato de parametasona, el acetónido de flurandrenolona y, sobre todo, un corticoide tópico que 65 años después sigue manteniendo toda su utilidad: el acetónido de fluocinolona, conocido comercialmente como Synalar.
De este corticoide tópico sin acción sistémica se realizaron numerosas formulaciones. La más básica y que hoy día sigue siendo una herramienta imprescindible en todo botiquín casero fue el Synalar Gamma. Con una concentración del 0,1 por ciento y en una crema evanescente, cosméticamente perfecta, es la solución ideal para todo tipo de eczemas y demás lesiones derrmatológicas.
De este corticoide tópico sin acción sistémica se realizaron numerosas formulaciones. La más básica y que hoy día sigue siendo una herramienta imprescindible en todo botiquín casero fue el Synalar Gamma. Con una concentración del 0,1 por ciento y en una crema evanescente, cosméticamente perfecta, es la solución ideal para todo tipo de eczemas y demás lesiones derrmatológicas.
Otra formulación que aún mantiene su éxito es Gelidina que, aunque su nombre no sea “Synalar”, es lo mismo pero con la particularidad de que su vehículo es un gel, lo cual lo hace ideal para las dermatosis en zonas húmedas (axilas, ingles, etc.) o zonas con pelo (como la cabeza) en donde resultaría difícil o poco apropiado aplicar una crema.
Pero han sido muchas más las formulaciones de Synalar aunque –según en qué países- muchas de ellas hayan desparecido. Repasemos algunas:
Synalar Crema, al 0,025 por ciento, como el Synalar Gamma pero con una concentración más alta.
Synalar Forte, con la concentración más alta de acetónido de fluocinolona para los problemas dermatológicos más severos, como –por ejemplo- el lupus eritematoso.
Synalar Rectal, para los problemas hemorroidales.
Synalar Espuma, en un spray que extendía sin necesidad de tocar la piel, una espuma delicadísima, ideal para aquellas lesiones muy dolorosas como el eritema solar. Claro que esta formulación duró poco en algunos países como España, porque costaba más el envase y su proceso de fabricación que el precio de venta autorizado.
Synalar Neomicina y Neo Synalar, dos combinaciones de fluocinolona con dos diferentes concentraciones del antibiótico neomicina, para las dermatosis infectadas o en riesgo de infección.
Synalar Ótico, en gotas para instilar en el oído para el tratamiento de las otitis.
Synalar Nasal, en pulverizador nasal para la rinitis, con formulación para adultos y otra infantil.
Actualmente, dependiendo del país, aún siguen estando disponibles en el mercado algunas de estas formulaciones, siendo varios los laboratorios responsables de su fabricación y venta puesto que el laboratorio Syntex desapareció hace años y sus productos han ido pasando después de laboratorio en laboratorio. Ahora, 65 años después, el acetónido de fluocinolona (Synalar) continúa en primera línea de tratamiento de múltiples procesos dermatológicos sin que las nuevas investigaciones en este campo hayan conseguido destronarlo en cuanto a eficacia y seguridad.
Cuando la industria farmacéutica apostó por el Marketing y la Publicidad. Así eran (y siguen siendo) por dentro, los laboratorios.
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