(AZprensa)
Vamos a reírnos un poco con el análisis de una de las partes que contiene el
“III Barómetro LHH Executive sobre
Liderazgo Directivo en España” y que, con gran autobombo califican como “un
análisis sobre las claves del liderazgo directivo en nuestro país”.
Se
pregunta, por ejemplo, en este “Barómetro”.- “¿Están los ejecutivos y
ejecutivas preocupados por la salud mental de los trabajadores de su empresa?”
Respuesta.- (1) Según la RAE sobra “ejecutivas” ya que “ejecutivos” incluye ambos sexos. (2) Vaya pregunta más tonta, pues claro que sí ¿cómo va a decir alguien que no le preocupa la salud mental de sus empleados? Otra cosa es que la mitad responde que “no” porque en su empresa no han detectado ningún problema mental en sus empleados.
Pregunta.-
“¿Consideran los directivos/as y managers que gozan de buena salud mental?”.
Respuesta.- Pues la mitad (51%) dice que sí, que están bien de mente; un tercio (36%) dicen que a veces sufren altibajos, pues claro, como todo el mundo; y un 9% reconoce no tener buena salud mental, lo que no significa que estén locos, sino que están hartos, están quemados, desmotivados, etc. Es decir, este último grupo no es que tenga mala salud mental, es que está hasta los coj… de tanta pregunta estúpida y de tanto hijo de p… que hay entre los directivos de su empresa.
Pregunta.-
“¿Se llevan a cabo iniciativas para prevenir los problemas de salud mental?”
Respuesta.- No (68%). Pero ¡alma de cántaro! ¿dónde estás haciendo la encuesta, en un sanatorio psiquiátrico o en una empresa? Pero, claro, también hay un tercio (32%) que para quedar bien, dice que sí se llevan a cabo algunas iniciativas: formación de apoyo (a saber qué es eso), acceso a cursos de ayuda psicológica (será para que los empleados sepan aguantar toda la presión que les meten), y actividades como… (¡ay, que me da la risa!)… risoterapia, meditación o yoga. ¡Oye! ¿Y cuándo trabajan en esa empresa?
Pregunta.-
“¿Qué puede empeorar la salud mental?”.
Respuesta.- ¡Toma ya! ¿Es que no lo sabes? Pues está más claro que el agua: La sobrecarga de trabajo (68%); la falta de conciliación entre vida laboral y familiar (61%); el entorno de trabajo conflictivo (56%); el no poder desconectar (52%) porque por culpa del móvil y el mail te persiguen los jefes hasta en los fines de semana y en tus ratos de ocio.
En
conclusión ¿qué aporta esta parte del “Barómetro”? Pues nada, repetir y poner
porcentajes a lo que ya sabemos todos. Pero lo peor no es eso, lo peor es que
este “Barómetro” no soluciona nada porque los que mandan van a seguir
estrujando a sus empleados y los empleados tendrán que aguantar para mantener
su puesto de trabajo porque cada dos por tres habrá un ERE o similar para
“renovar” la plantilla contratando nuevos empleados que acepten hacer ese mismo
trabajo y algo más por algo menos de dinero.
Respuesta.- (1) Según la RAE sobra “ejecutivas” ya que “ejecutivos” incluye ambos sexos. (2) Vaya pregunta más tonta, pues claro que sí ¿cómo va a decir alguien que no le preocupa la salud mental de sus empleados? Otra cosa es que la mitad responde que “no” porque en su empresa no han detectado ningún problema mental en sus empleados.
Respuesta.- Pues la mitad (51%) dice que sí, que están bien de mente; un tercio (36%) dicen que a veces sufren altibajos, pues claro, como todo el mundo; y un 9% reconoce no tener buena salud mental, lo que no significa que estén locos, sino que están hartos, están quemados, desmotivados, etc. Es decir, este último grupo no es que tenga mala salud mental, es que está hasta los coj… de tanta pregunta estúpida y de tanto hijo de p… que hay entre los directivos de su empresa.
Respuesta.- No (68%). Pero ¡alma de cántaro! ¿dónde estás haciendo la encuesta, en un sanatorio psiquiátrico o en una empresa? Pero, claro, también hay un tercio (32%) que para quedar bien, dice que sí se llevan a cabo algunas iniciativas: formación de apoyo (a saber qué es eso), acceso a cursos de ayuda psicológica (será para que los empleados sepan aguantar toda la presión que les meten), y actividades como… (¡ay, que me da la risa!)… risoterapia, meditación o yoga. ¡Oye! ¿Y cuándo trabajan en esa empresa?
Respuesta.- ¡Toma ya! ¿Es que no lo sabes? Pues está más claro que el agua: La sobrecarga de trabajo (68%); la falta de conciliación entre vida laboral y familiar (61%); el entorno de trabajo conflictivo (56%); el no poder desconectar (52%) porque por culpa del móvil y el mail te persiguen los jefes hasta en los fines de semana y en tus ratos de ocio.
La
historia de una compañía es la historia de las personas que la hicieron grande.
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